Advanio Lessa: Arte, educación y la importancia del silencio
POR: LAURA GARGANTA
Fotos: Francisca Vivo
El reconocido artista plástico brasileño Advanio Lessa visitó por primera vez Uruguay, trayendo consigo una reflexión profunda sobre el arte, la educación y nuestra relación con el entorno natural. Su paso por Garzón, un pequeño pueblo con apenas 250 habitantes, pero con seis galerías de arte, le permitió conectar con una estética del territorio singular y, sobre todo, con el silencio, al que considera fundamental tanto en lo interno como en lo externo.
Su obra podrá visitarse en la Galería Piero Atchugarry desde el 28 de diciembre de 2024, hasta el 26 de junio de 2025.
“El silencio es necesario no solo en nuestra interioridad, sino también en la estética de las cosas. Aprecio mucho las palabras, pero también valoro profundamente el silencio”, afirma Lessa, quien encuentra en esta quietud la base para crear una atmósfera reflexiva y artística.
Durante su estancia, Lessa enfatizó el poder transformador del arte como instrumento educativo y su capacidad de vincular lo material con lo inmaterial. Para él, el arte permite un reencuentro con la esencia humana y abre un espacio para reflexionar sobre el consumo y la sostenibilidad. “El arte es un medio para educar. Nos ayuda a reencontrarnos con nuestra esencia y a reflexionar sobre cómo nuestras necesidades impactan en el planeta. Vivimos en un mundo donde consumimos mucho más de lo que necesitamos, y esa es una de las principales causas de los problemas actuales”, explica.
Lessa destaca la importancia de la educación en todas sus formas—familiar, académica y social—como base para una convivencia más consciente y armónica con todas las especies. Enfatiza que debemos reeducarnos diariamente para entender nuestra relación con el entorno natural. “Debemos reevaluar nuestras necesidades y aprender de civilizaciones pasadas, como las indígenas, que supieron relacionarse mejor con la tierra que nosotros actualmente. La educación no solo se trata de transmitir conocimientos, sino de construir una nueva conciencia sobre cómo vivimos en este planeta”.
El artista también reflexionó sobre el papel de las políticas públicas en la preservación del medio ambiente y la educación. Considera que es fundamental elegir líderes que promuevan una agenda que priorice la sostenibilidad y el respeto por todas las formas de vida. “Somos responsables de lo que sucede en nuestro entorno. Cada acción tiene un impacto, y las decisiones políticas deben estar alineadas con la educación y la preservación de nuestro planeta”.
Para Lessa, la experiencia de compartir su obra en Uruguay no solo le permite exponer su visión artística, sino también generar un puente hacia el aprendizaje y la reflexión colectiva. “Ver que mi trabajo provoca preguntas y lleva a las personas a reflexionar es lo más gratificante. Si logro que alguien se conecte con su esencia a través de mi obra, siento que mi misión está cumplida”, concluye.
La obra de Advanio Lessa, cargada de significado y de un mensaje claro sobre la interconexión entre lo humano y lo natural, deja una huella en quienes tienen la oportunidad de apreciarla. Un recordatorio de que el arte no solo decora, sino que también educa, transforma y nos invita a ser mejores habitantes de este planeta.
Sobre Advanio Lessa: (1981 Lavras Novas, Brasil). Reside actualmente en Lavras Novas, distrito de Ouro Preto, estado de Minas Gerais, Brasil. Su ciudad natal, enriquecida por la herencia quilombola y las ocupaciones de sus padres como arrieros y ganaderos, es el hogar de la mayor parte de la población brasileña. Los elementos de su universo inspiran su práctica artística, su escultura a gran escala con troncos de árboles muertos, raíces y lianas entrelazadas. El artista combina la sabiduría de la cestería y la carpintería con el arte de la escultura y con la diversa gama de maderas y fibras que se encuentran en los bosques de la región de Ouro Preto, como Cipó Alho, Cipó São João Candeia, Jacarandá, Folha Miúda y Romero. Lessa, que también es agricultor, dialoga estrechamente con este repertorio para crear sus piezas. En este sentido no es erróneo afirmar que la naturaleza actúa como una especie de coautora en sus obras.
La obra del artista entra en el escenario global armada de una profunda elocuencia formal y significativas implicaciones discursivas. Sus esculturas, cuyas escalas reflejan las del cuerpo humano, dan testimonio de una relación recíproca entre la humanidad y las formas de vida que la rodean. En este sentido, se alinean con una visión contemporánea, sitúan al ser humano en una posición no jerárquica entre todos los seres vivos.