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Entrevista a Pauline d'Andigné

Por: Laura Garganta
Fotos: Francisca Vivo

¿Cuándo empezaste a recorrer el camino del arte y cuáles son tus primeros recuerdos relacionados con este mundo?

Mi familia no se dedica al arte, por lo que descubrí este mundo más tarde, cuando estudié en la Escuela de Bellas Artes de París, pero siempre he dibujado, ya de pequeña me pasaba el tiempo copiando cómics o cualquier cosa que tuviera a mi alrededor. Me encantaban esos momentos, era como si nada más importara, y cuando hoy trabajo en piezas en el estudio, sigo teniendo esa misma sensación. 

Trabajo con formas y materiales industriales o domésticos que me resultan familiares y proceden de la observación de la vida cotidiana; un cojín, el pliegue de una tela, cadenas de barco, la forma de una flor... Phyllida Barlow, cuya obra me encanta, hablaba de tomar lo ordinario y encontrar en ello lo extraordinario, y creo que intento reflejar eso en mis propias piezas. La escala de las producciones también desempeña un papel en esto, dando amplitud a esos elementos banales que tan a menudo se pasan por alto.

¿Cómo fue su experiencia artística en Uruguay, viviendo un mes en el campo? 

Me encantó la experiencia. No estar en mi espacio habitual de producción me dio cierta libertad a la hora de crear las piezas. Me hizo experimentar y ver algunos aspectos de mi trabajo de forma diferente. Trabajar rodeada sólo de naturaleza también fue algo totalmente nuevo para mí, y es fascinante ver lo que puede ocurrir fuera, hay tanta actividad, en los árboles, alrededor de las flores, la hierba, la luz que cambia constantemente… sientes una especie de hormigueo en esta calma aparente. Fue muy impactante.  

¿Cómo se relaciona tu trabajo con el mundo de la moda? ¿Cómo crees que te influye vivir en la Capital mundial de la moda? ¿Piensas vivir allí para siempre o tienes pensado mudarte en algún momento?

La moda está tan globalizada que no sé si vivir en la capital de la moda influye tanto o no. Me gusta mucho París, es lo que mejor conozco, pero me encantaría vivir una temporada en otro sitio. Creo que el cambio es muy enriquecedor, te ayuda a desarrollarte en tu práctica y a no estancarte en una rutina de producción o de pensamiento. 

Volviendo a la moda, hoy en día creo que está muy relacionada con el arte. Ambas son disciplinas que pueden transmitir ideas o hacer pensar a la gente, en cierto modo. Creo que es interesante cuando se unen, porque desacraliza el arte y lo hace más accesible. Conozco a más gente que dice que no entiende el arte que gente que dice que no entiende la moda.

Hace poco realicé una escultura con Dior, en el marco del programa "Lady Dior vista por". Fue muy interesante, pude trabajar con artesanos, hubo muchos intercambios, aportó otra dimensión más colaborativa a mi obra.

A través de tus obras, ¿Pretendes enviar un mensaje o quieres que el espectador sea libre de interpretar lo que quiera?

Cuando hago obras, siempre tengo referencias en la cabeza, o una idea de lo que me gustaría que provocara en el espectador. Pero en realidad el espectador es libre de interpretar lo que quiera. 

En la mayoría de las piezas hay motivos que se repiten, formas reconocibles, para hacer la obra más accesible. Creo que siempre hay varios puntos de acceso, pero para mí es importante que siempre haya al menos uno en el que pueda entrar cualquiera, aunque no sepa nada de arte.

Dado que sos una artista muy joven con proyección internacional, ¿Cuáles son tus próximas aspiraciones artísticas?

¡Seguir haciendo obras!