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Alcira y el campo de espigas

  • Fundación Pablo Atchugarry 300 104 Departamento de Maldonado, 20000 Uruguay (mapa)

ALCIRA Y EL CAMPO DE ESPIGAS

Sábado 22 de julio a las 16:00

Reserva tu lugar:
https://www.passline.com/sitio-evento/alcira-y-el-campo-de-espigas

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=HjedSnlaLU0

De Agustín Fernández Gabard

Uruguay, 2023, 86 minutos 

Estreno en Uruguay 4 de mayo

Alcira Soust Scaffo es la poeta uruguaya que se convirtió en mito al resistir escondida en un baño los 12 días que el ejército mexicano ocupó la UNAM en 1968. Una mujer que osciló entre el delirio y la cordura, entre azoteas, árboles y casas de Uruguay y de México, su país de adopción. Allí se convirtió en leyenda y aquí en un misterio. A través de sus cartas, poemas y las huellas que fue dejando en familiares y amigos, esta película busca conocer a la persona detrás del mito. Una poeta olvidada e inolvidable. Mi tía, Alcira.

Estreno en Montevideo, Mercedes, Durazno, Paysandú, Salto.  

Festivales: Festival de Málaga Competencia Documental, Festival de Cinemateca Competencia Iberoamericana

Ficha técnica:

Dirección: Agustín Fernández Gabard

Producción: Margarita Brum

Fotografía: Jorge Fierro

Montaje: Paola Perkal

Post-producción imagen: Sebastián Cerveñansky

Post-producción sonido: Santiago Carámbula

Asistencia de dirección previa a rodaje: Sergio De León 

Sonido directo en México: Ariel Baca López

Producción de campo y archivo en México: Alejandra Santos 

Música original: Carlos Casacuberta

Premios-Fondos: FONA 2016 (Uruguay) MVD Socio 2020 (Uruguay)

Festivales: Festival de Málaga 2023 Competencia Documental


Nota de intención del director

Son pocos los recuerdos concretos que tengo de Alcira, la tía Mima, ella volvió de México en 1988 (yo tenía 6 años) y perdimos todo tipo de contacto en 1993. La recuerdo jugando con mi hermano menor, cantándole las mañanitas, recuerdo su voz, recuerdo sus murales que mi madre había guardado en mi propio placard y no me dejaba sacar de sus tubos de cartón por miedo a estropearlos. Creo que el recuerdo más concreto que tengo es el de mi madre diciéndome “La tía Mima no está bien, es que en México estuvo mucho tiempo encerrada en un baño...”. Esa explicación no hacía más que confundirme, ¿por qué se encerró en un baño?, ¿quien la encerró en un baño?, ¿encerrarse en un baño te vuelve loco?. Esta tía-abuela que nos regalaba poemas, dibujos, que vivía un tiempo con nosotros e iba rotando entre casa de familiares, que se fue a vivir a una pensión en el centro, un día desapareció. Mi abuela pensaba que capaz se había vuelto a México sin decirnos nada, o que se había ido a Buenos Aires con amigos del teatro, los demás no éramos tan optimistas…

Contra todos los pronósticos de que iba a ser un estudiante de ingeniería mi opción fue primero la del periodismo y luego la de la fotografía y el fotoperiodismo. Contar historias a través de imágenes se ha convertido en mi profesión y mi pasión. En mi cabeza la tía Mima era una historia inconclusa, un agujero en la historia de mi familia. Conversaciones con mi madre, con mi abuela, muchos testimonios, así como cartas y libros que dejó fueron los que me permitieron ir armando al personaje en mi cabeza, los que construyen esta película. Un vacío que me siento obligado a llenar.

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