Ricardo Pascale fue un reconocido experto en Finanzas y en Economía del Conocimiento, profesor Emérito de la Universidad de la República, Uruguay, catedrático desde los veintiséis años hasta sus últimos días y autor de ocho libros y más de cien artículos. También fue Doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento, (UOC), Post Doctoral Scholar (University of California, Los Ángeles), Fellow del Economic Development Institute (Banco Mundial) y obtuvo su grado en la Universidad de la República de Uruguay.
Fue dos veces presidente del Banco Central del Uruguay por más de seis años y asesoró a organismos multilaterales. Fue Presidente del Consejo de Administración del Institut Pasteur de Montevideo, Presidente de la Comisión de Ética del Colegio de Contadores y Economistas del Uruguay, Académico de Honor de la Academia Nacional de Economía y, además, es un distinguido artista plástico que representó a Uruguay en la Biennale di Venezia en 1999.
Desde el MACA queremos homenajear a Ricardo Pascale no sólo por su extensa y prolífica carrera en ámbitos tan diversos como la economía y el arte, sino por su cercanía con nuestro Museo. Ricardo fue un gran amigo para la Fundación y el Museo Atchugarry, por eso, en el día que presentaríamos su último libro con él, quisimos reunirnos para reflexionar sobre sus ideas y despedirnos con sus colegas Pablo Atchugarry, Enrique V. Iglesias y Carlos Sténeri. Los esperamos.
LUGAR: PRIMER PISO DEL MUSEO MACA
LINK PARA ANOTARSE: Passline
ACERCA DEL LIBRO:
Debemos sentirnos orgullosos de nuestro país, entre otras cosas, por su democracia y civilidad, por el respeto a la Ley y su baja corrupción.
Empero, no tenemos una buena relación con el futuro e ignorarlo es muy costoso. Al no poseer una clara estrategia de desarrollo a largo plazo, divergimos por décadas. Nuestro PIB per cápita se alejó del de los países que fueron nuestros referentes. En 1950 nuestro PIB per cápita era muy superior al de Alemania, Italia, España, Japón o Finlandia. Hoy, nuestro PIB per cápita es muy inferior al de esos países, lo que implica menor bienestar y oportunidades, peor educación y salud, y los talentos emigran.
Entre 1960 y 2019, Uruguay creció a un promedio anual del 2,18%, mientras que los países más avanzados lo hicieron entre el 2,5 y 3.5%, y más aún.
De seguir a esas tasas, profundizaremos la divergencia. Para alcanzar a los países más avanzados debemos crecer por años más que ellos. O sea, converger. La pregunta que el libro responde con soluciones concretas, usando un lenguaje no técnico es: ¿Por qué divergemos y cuál es la estrategia para converger?.
Con enfoque fordiano y de commodities, y escasas excepciones, no convergeremos. El reto es, dar un salto de productividad y genuina competitividad.
Para converger se propone ingresar cuanto antes en una economía basada en el conocimiento, y se tratan los elementos claves para ello como: educación, inserción internacional, ciencia, tecnología, la respuesta creativa e innovación, transferencia de conocimiento e instituciones.
La idea, mediante esta profusa y lucida reflexión es contribuir, si es posible, a una solución, y estimular a pensar en el problema y actuar para evitar atrasarnos más. Seguir en el camino actual no es aconsejable. Nos llevará a mayor divergencia y crecientes dificultades económicas y como sociedad.