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Joaquín Torres García


  • Fundación Pablo Atchugarry 300 104 Departamento de Maldonado, 20000 Uruguay (mapa)

El descubrimiento de sí mismo

Curaduría: Aimé Iglesias Lukin y Cecilia Rabossi

5 de enero al 31 de marzo de 2024

El Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry suma un nuevo acontecimiento a la difusión y valoración de nuestra cultura, dando inicio a la celebración del 150° aniversario del nacimiento de Joaquín Torres García, ahondando en el diverso y profundo legado de este creador singular, uno de los personajes más notables que ha dado este país.

«Joaquín Torres García: El descubrimiento de sí mismo», es un amplio y documentado proyecto expositivo, producido por este museo, con curaduría de Aimé Iglesias Lukin y Cecilia Rabossi, quienes, mediante una amplia y exquisita selección de obras, plantean un acercamiento contemporáneo a la complejidad de su pensamiento, haciendo foco en algunos acontecimientos e inquietudes que marcaron su trayectoria.

En palabras del equipo curatorial: “Torres García es probablemente uno de los artistas más célebres del arte moderno latinoamericano, participando de las primeras vanguardias de abstracción en Europa y proponiendo al universalismo constructivo como un movimiento artístico original en su famosa manifestación de que «nuestro norte es el Sur». Mediante la investigación exhaustiva del archivo del artista, esta exhibición se propone pensar cómo ese recorrido por las ciudades de los nortes –tanto de Europa como de América– le permitió entender, digerir y replantear una nueva idea de modernidad que dialogara mejor con quien él era como artista y como ciudadano. Es por eso que el título de la exposición El descubrimiento de sí mismo, inspirado por su libro homónimo de 1917, pone el foco en el rol que sus viajes tuvieron en el periplo emocional y mental de Torres García, que concluyó con su regreso a Montevideo en 1934, en donde el artista se convierte en maestro no sólo de una, sino de varias generaciones de artistas rioplatenses que siguen su inmenso legado hasta el día hoy.”

La muestra se acompañará de un programa de actividades, talleres, charlas y visitas guiadas, junto a la edición de un amplio y documentado catálogo.




Acerca del artista 

Joaquín Torres García (1874-1949) de padre catalán y madre uruguaya, crece en las afueras de Montevideo en un ambiente de gran libertad. Su formación escolar fue autodidacta y su vocación por el arte, espontánea e inédita en una familia de comerciantes y carpinteros.

Convencido de que su destino era la pintura, el joven Torres convence a su padre para emigrar a Barcelona en 1891 con toda la familia. Al instalarse en el pueblo de sus ancestros, Joaquín se impresiona al descubrir la presencia de la antigua cultura mediterránea en la vida diaria. Cursa una breve formación artística académica, para luego retomar su camino autodidacta. Para ganarse la vida comienza a trabajar como ilustrador de revistas y libros.

Desde sus primeros años Torres García rechaza la pintura que imita la realidad, y tiende a la pintura que construye una realidad en sí misma. Así, en la primera década del siglo realiza su “Arte Mediterráneo”, donde la antigüedad clásica cobra vida en clave moderna por su fuerte estructura y carácter plano y sintético. En esos años Torres se aboca al arte mural, decorando iglesias, casas particulares y edificios públicos.

A partir de 1916, en un contexto de guerra mundial y conmociones sociales Torres García experimenta un cambio vital y artístico que se ha llamado “la crisis del 17”. La ciudad, la gente y el ritmo de las calles se tornan protagonistas de su obra y se relaciona con artistas de vanguardia como Rafael Barradas y Salvat Papasseit. En 1920 se muda con su esposa e hijos a Nueva York. En su obra de entonces aparecen la tipografía y elementos gráficos que resuenan al ritmo visual de la moderna metrópolis.

Cuando en 1926 Torres García se instala en París, se integra plenamente a las vanguardias y crea el grupo “Cercle et Carré”. En sus obras constructivas estructura el espacio plástico en líneas ortogonales trazadas en base a la sección áurea, desplegando en él signos de resonancia universal. Se trata pues de encontrar un equilibrio entre la razón y la intuición.

En 1934 vuelve a Montevideo para radicarse allí definitivamente con la intención de generar un movimiento artístico apoyado en las ideas del Universalismo Constructivo, que trasciende los límites de la teoría estética para constituirse en un modo de entender el arte y la vida. Dicta numerosas conferencias, edita revistas y libros, realiza audiciones radiales. En 1935 crea la Asociación de Arte Constructivo y en 1942 se consolida el Taller Torres García. Cuando fallece en 1949, Torres García es guía y mentor de una pléyade de jóvenes pintores.

(Fuente: Museo Torres García)


Para más información: prensa@macamuseo.org

Fotos: Nicolás Vidal

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